miércoles, 20 de marzo de 2013

LA TRAMPA DEL DIABLO



LA TRAMPA DEL DIABLO
Autor David Gómez Salas

Sucedió el 2 de noviembre,
en un pequeño panteón.
Acudí con mucho respeto,
a observar la tradición.

Totalmente inexperto soy
en cosas de religiones.
Pero si me interesa
conocer las tradiciones.

Ese era el interés,
el motivo, el asunto.
Observar como los vivos,
veneran a sus difuntos

De todo hay en esas fiestas:
Rezos, alimentos y flores;
dulces, música y cantores;
creyentes y detractores.

Al lado de una tumba
donde antes nada había.
Junto a una vela ardiente
apareció un papel
con el mensaje siguiente:

Soy un muerto arrepentido
de mi egoísmo en vida.
Por eso en este mensaje digo
lo que pasó en la otra vida.

Existe un sitio donde habitamos,
las almas de los que pecamos.
Ya muertos, inconformes estamos
con la vida que llevamos.

No es posible cambiar
la historia de la vida.
Lo hecho, hecho está.
Nada se podrá borrar.

Existen en este lugar
unas pantallas gigantes,
que exhiben sin ocultar
la vida de los farsantes.

En ellas todos vimos:
Gobernantes que robaron,
las guerras que organizaron
y como al pueblo engañaron.

También conocimos:
Como políticos vívales
se beneficiaron siempre
de los problemas sociales.

En fin, miles de transas vimos.
Mentiras y simulación.
Científicos que plagiaron ideas
y trabajos de investigación.

Deportistas tramposos
y entrenadores ambiciosos,
ahora están avergonzados
de los trofeos ganados.

Pero hay un caso especial,
es el caso de Luzfino.
Caso extremo del mal
que vivo, fingió ser divino.

Luzfino ya no tiene secretos,
su vida real conocimos.
A través de este sistema
todas sus transas, vimos.

Cuando en vida nos gobernó,
muchas veces nos mintió.
Y todo lo que simuló
ahora se descubrió.

Los padres de Luzfino
las transas de su hijo, vieron.
Sus almas se entristecieron
y entre lágrimas, dijeron:

Como pudo ser tan cruel,
tan voraz y ambicioso.
Que pena sentimos por él
será un muerto pernicioso.

En tráfico de influencias,
fraudes y peculados;
Luzfino, con paciencia,
adquirió gran experiencia.

Muerto el perverso ser,
su alma se puso a pensar...
Lo que podría hacer,
para de nuevo gozar
el placer del poder.

Organizó una reunión
y dijo con emoción:
Les tengo una propuesta,
escuchen con atención.

En vida fuimos canallas
y actuamos con cinismo,
ignoremos las pantallas
y hagamos de nuevo lo mismo.

En radio y televisión
había un tema prohibido.
No existía la pobreza,
no era tema divertido.

Temas importantes eran:
La vida de las artistas
y la de los futbolistas

Millones de veces dijimos:
no hay devaluación,
somos gobernantes honrados,
es feliz la población.

Terminó la delincuencia,
la policía no es el hampa.
Son honestidad y decencia,
a nadie su imagen, espanta.

Mil veces anunciamos:
Nuestra economía está sana.
Con propaganda dijimos
lo que nos dio la gana.

Despertó gran entusiasmo,
lo apoyó la mayoría.
Lo nombraron su líder
con gran algarabía.

Salvarlos, prometió Luzfino,
de aquel frío lugar.
Y dijo, los voy a guiar:
Síganme por este camino.

La promesa se cumplió:
Los salvó del frío de invierno,
con la trampa que tendió
¡Se los llevó al infierno!

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