viernes, 30 de agosto de 2013

FAROLERO

FAROLERO
Autor David Gómez Salas (El Jaguar)

Inhábil tahúr de banqueta,
en este casino no engañas. 
Aquí ya conocen tus mañas
y no caen en tus tretas.

Como en el póquer, farolero,
finges tener un gran juego
y alardeas en la apuesta,
para infundir miedo.

Pero como eres Chabacano,
sin arte y de mal gusto,
te descubren la jugada  
y te mueres del disgusto.

martes, 27 de agosto de 2013

¡Libres!

Libres 
Autor David Gómez Salas

Mujer, existes en el aire y el agua, 
en la noche y en el día,
y en cada palabra
que mi mente fragua.

Eres refrescante brisa,
fragancia de mi viento,
llama de mi sonrisa
y alegría en movimiento.

Vegetación de mi mente,
ficción y realidad de mi planeta.
Dulce raíz de mi alma
y espíritu de poeta.

Fuerza de mis entrañas
haces que mi corazón vibre.
Erigimos un amor sólido,
sublime...  
y libre.

viernes, 16 de agosto de 2013

La muerte de mis hermanos

La muerte de mis hermanos
Autor David Gómez Salas

No seas voraz forastero
disfruta la naturaleza;
no extermines su grandeza,
no busques solo el dinero.

No elimines a los indígenas,
no corrompas más a las hienas.
Codicioso extractor de oro
causante  de grandes penas.

Sufren cárcel mis hermanos
que no son eliminados.
Esposas e hijos de indígenas
quedan abandonados.

jueves, 15 de agosto de 2013

El Cenzontle

El cenzontle
Autor David Gómez Salas

Canta hermoso el cenzontle
cuando vive en libertad
y enjaulado deja de cantar
por su propia voluntad.

No intentes que cante solo para ti
No lo atrapes, no lo confines.
No te apropies de su vida
Su amor, no desanimes .

La jaula es ingrata,
al más grande amor...
mata.

Cenzontle. (Del náhuatl centzuntli, que tiene cuatrocientas [voces]).
1. m. Pájaro americano de plumaje pardo y con las extremidades de las alas y de la cola, el pecho y el vientre blancos. Su canto es muy variado y melodioso. Real Academia Española.

martes, 6 de agosto de 2013

La llorona

LA LLORONA, versión del Jaguar
Autor David Gómez Salas

Don Gilberto Hernández y Rubio de Martínez y Nevárez, de rancio abolengo, causó muchos pesares por fatuo y prejuicioso; recitaban los juglares.

Este oidor del santo oficio, racista engreído, enamoró a Susana de Leyva y Borja; y fue correspondido.

Fue algo inusitado, de difícil comprensión, porque siendo la más hermosa, la que todos pretendían, escogió la peor opción. Amar a quien nunca quiso ser su marido, no tenía ningún sentido.

Cuando ella le pedía que se casaran para darles a sus tres hijos su apellido. Él la daba un beso, tres monedas y un silencio empedernido.    

Gilberto, ridículo como su apellido era ignorante, cabeza dura y de criterio retorcido. No se casaba porque su mente enfermiza pensaba que él era de raza pura y ella era mestiza.

Un domingo en misa, Susana escuchó la amonestación que anunciaba la boda de Gilberto con Marcela. Uff, que traición.

Toda la concurrencia la miró, se burlaron de ella y cuchichearon. Sin compasión, su dignidad y autoestima, destrozaron.

No reclamó a Gilberto su traición, solo le pidió que no la abandonara. Como respuesta recibió injurias y violentas cachetadas. La delicada y preciosa mestiza se llevó desproporcionada paliza.

Un mes después estaban en el altar Marcela Jiménez de Alanís y Ballesteros y Gilberto Hernández y Rubio de Martínez y Nevárez; con gran devoción y animo religioso-fiestero.

Vestida de blanco Susi se acercó a ellos, parecía la madrina de lazo, Mató a los dos a puñaladas, así vengó los rechazos, engaños y garrotazos.

Corrió a su casa, recogió a sus hijos y huyó, la perseguía la policía.  Casi la alcanzan al arribar al río y como sabía que el santo oficio la torturaría y muerte lenta le daría. Degolló a sus hijos los tiró al río y clavó la daga en su corazón…

Seis muertos, víctimas de los prejuicios y la ignorancia, que aberración.

Ahora en ciertas noches en el río o algún punto de la ciudad, se escucha un llanto. Y un vestido blanco flota, en la obscuridad.

La leyenda mexicana de “La llorona” es del siglo XVII. Esta es la versión del Jaguar David Gómez Salas.

jueves, 1 de agosto de 2013

Rocío

Rocío
Autor David Gómez Salas

Roció, Dios te dio un gran corazón  
por eso das a todos  mucho amor.
No importa si sientes algún dolor
ayudas a los demás sin condición.

Tu buen humor representa un bastión,
una capa de cariño protector.
Y tu temple es el motor impulsor
de tu familia, en cualquier ocasión.

Como el agua para sembradíos,
eres vida que a tu paso viertes,
Siempre noble, cual dadivoso río. 

Te quiero, te quiero sana y fuerte.
Cuida tu salud querida Rocío,
porque al vivir: necesito verte.