viernes, 29 de julio de 2016

Cápsulas sobre el amor - 1

Cápsulas sobre el amor - 1
No me atrae lo insubstancial. En una mujer admiro su inteligencia, franqueza, honestidad y ternura; esas virtudes despiertan en mi el deseo incontenible de amarla toda la vida.
Enamorado, mi conducta es guiada solo por mi corazón y rechazo cualquier alerta que mi razón manifieste.
Sé que el oficio de mi mente es analizar permanentemente, sin embargo no me reservo precaución alguna al amar.
Reconozco que soy romántico irrefrenable y convencido. He aprendido que mi corazón es buen guía...
© David Gómez Salas

domingo, 17 de julio de 2016

Fórmula

Fórmula
© David Gómez Salas, el Jaguar
-
En la fórmula de la alegría,
matemáticamente infalible;
eres la variable independiente
que suscitas mi alegría incontenible.
-
Te concibo siempre presente
en todo lo que veo e imagina  mi mente. 
No eres función del tiempo;
eres mi todo, sorprendente.
-
Eres multidimensional
belleza, poesía y pasión.
Ternura, vivacidad, 
serenidad y acción.
-
Reorganizas mis átomos, 
mi geometría molecular,
mi actividad biológica, 
mi polaridad y reactividad.
-
Virtuosa con atractiva estética;
como las matemáticas, eres perfecta.
-
Dulce e inteligente das a mi alma
seguridad, certeza, precisión y exactitud.
Eres mi inspiración, ánimo, color de vida,
ecuación de amor y fórmula de rectitud.

viernes, 15 de julio de 2016

Tiempo de amar

Tiempo de amar
© David Gómez Salas, el Jaguar
-
¿El pasado y el futuro no cuentan,  
solo importa el presente?...
Por la dimensión del tiempo, 
amo más cosas del largo pasado 
que del breve presente.
-
Obvio es, que alguna vez
presente y pasado, fueron futuro.
En todo tiempo amé mis sueños
y realidades, les aseguro.
-
Sé que el futuro será presente y pasado,
pues el caminar del tiempo es inevitable.
También irremediable es, 
que lo bello de la vida sea imborrable. 
-
No quiero borrar amores pasados,
ni amigos ausentes.
Tampoco deseo dejar de soñar
o amar menos, en el presente.

lunes, 11 de julio de 2016

Lodo putrefacto

Lodo putrefacto
©  David Gómez Salas

No hay ciegos, hay miedo
indiferencia, flojera, hastío,
complicidad involuntaria
y almas sin brío.

¿Y el viento?  ¿Y el sol?
¿Y la música? ¿Y la poesía?
Me aferro a la raiz de mis raices,
núcleo de mi alegría.

Me arrimo a las almas
de mi gente buena.
Rescato de la noche
la bellezas de mi luna llena.

Y vivo en la selva,
en el estero y en la costa.
Esperando tormentas que,
por casualidad o aposta,
limpien los pantanos del
lodo putrefacto.

Esperanza sin futuro,
luces que no alcanzan
a superar las sombras
de tenebrosas alianzas.

Copa de vino

Copa de vino
©  David Gómez Salas

Tu inspiración es fuego
que el hielo evapora
 Sol que da vida a la poesía
y almas soñadoras.

Sol que proyecta en calles y aceras
la sombra de lo que está en mi mira
Siluetas de mujeres, pasiones
e ilusiones que respiran.

Pensamientos en el  verde campo
y en la luz de mis amaneceres,
que dan sentido a mi vida
y templanza a mis atardeceres

¡Salud!
 brindo primero por la mujeres
y  después por la poesía.
Por sus besos y caprichos,
por su suave piel y sus hechizos.

domingo, 10 de julio de 2016

Apariencia

Apariencia
© David Gómez Salas

¿Creíste que podías tapar el sol,
arrancándote el alma?
¿Atrapar la luz, encerrarla en tu puño
 y tener calma?
-
¿Desafiar la física, la química,
la filosofía y la ciencia?
Palabras, palabras y más palabras
sin lógica, sin conciencia.

AMNESIA

AMNESIA

Autor David Gómez Salas (El Jaguar)



Señorita no recuerdo quien soy. No recuerdo mi nombre, ni edad, ni siquiera sé donde vivo.  Estoy diciendo la verdad, estoy perdido.



—No vivo en esta ciudad, no lo puedo ayudar. Pregunte a una persona, que sea de este lugar.



Señora no recuerdo quien soy. No recuerdo mi nombre, ni edad, ni siquiera sé donde vivo. Estoy diciendo la verdad, estoy perdido.



—Sé donde vives primor, irás a casa conmigo. Te he estado buscando ¡Por fin encontré a mi marido!



No se ofenda señora la veo muy grandecita. Y calculando edades, podría ser mi abuelita.



—Vamos a casa mi rey, allá te bañaré. Y para curar tu amnesia, mi cuerpo, te entregaré.



En su casa, con prisa, me quitó la camisa. Estaba desesperado, me sentía atrapado.



—Para bañarte, dijo: te voy a desnudar. Y para no mojar mi ropa, también me la voy a quitar.



Se me ocurrió hacerle cosquillas en sus peludas axilas y también en las costillas.



Tanta risa le dio, que la vieja se orinó. Y para que no le hiciera más cosquillas, dejarme ir prometió.



Fuera de su casa, grité: ¡Ya sé quien soy! ¡Adiós doctora, ya todo lo recordé!

ALYSA

ALYSA

Autor David Gómez Salas

Adoro su mirada
Linda y delicada
Y me llena de dicha
Su dulce sonrisa
Alegre y mimada

EDITH

EDITH

Autor David Gómez Salas

Ternura y bondad,
transmites intensamente.
Eres luz y alegría,
que tonifica mi mente.

Viento fresco y limpio,
en mi vida, significas.
Tu dedicación y energía,
las observo infinitas.

Guardo siempre en mi memoria
tu imagen sorprendente:
de dignidad, sensibilidad,
buen humor y temple.

Por ti veo al mundo
con preciosos colores
y con más fulgor el color
de mariposas y flores.

Por ti percibo aromas
con exquisitos olores.
Y escucho más sublimes
a los pájaros cantores.

RAMONA

RAMONA

Autor David Gómez Salas

Recuerdo desde niño
tu serena mirada,
tu actitud callada
e inagotable cariño.

Recuerdo tu temple,
fortaleza e integridad,
tu amor inmenso
y tu apego a la verdad

Tu vida fue paradigma
de responsabilidad,
amor a la libertad,
justicia, vida digna,
respeto a los demás
y a ti misma.

LA FOTOGRAFÍA

LA FOTOGRAFÍA

Autor David Gómez Salas

Madre, en la foto de graduación
del bachillerato,
encuentro en tu expresión:
amor, protección
y elixir mitridato.

Mirada circunspecta
y un rastro de angustia,
mi imaginación detecta.
(Tus hijos,
presión que no cesa;
responsabilidad
que pesa).

El retrato es una prueba
del apoyo que me dabas.
Del tiempo
que me otorgabas...

LO QUE ME ENSEÑASTE, CALLADA

LO QUE ME ENSEÑASTE, CALLADA

© David Gómez Salas

Cuando te echaron a la calle,
te fuiste callada.
Erguida y segura,
tu temple brillaba.

Solo te llevaste tu ropa
y zapatos.
Quedaste sin muebles,
sin plantas, sin trastos.

A mis diez años de edad
odié y sufrí a raudales,
al verte desamparada y
sin bienes materiales.

A escondidas, te llevé
una vieja licuadora.
Y no la aceptaste,
mi gran educadora.

Por tus decisiones y caricias
en momentos clave;
aprendí que con dignidad
y amor, se supera lo insuave.