JACTANCIOSO
Autor David Gómez Salas
Había una vez…
un frío maniquí.
Con mirada dura
y vestido de alhelí.
Primero creyó ser
la estrella del aparador.
Después, ya sin pena,
del mundo: El mejor.
Y con buen humor, recordé:
Que otra vez,
un jactancioso señor
a Diógenes, le dijo:
Pídeme lo que quieras,
Dios me bendijo.
Diógenes, tirado en el piso,
respondió al señor farol:
Váyase, Don Narciso,
me está tapando el sol.
Y con buen humor, recordé:
La desfachatez de Molière.
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