Con alegría viajé al Distrito Federal a estudiar en la UNAM, universidad de calidad mundial. La carrera de Químico inicié, pero me enamoré de la fisicoquímica, de las matemáticas y todo lo que encontré. Por eso y por mis amigos, a Ingeniería Química me cambié.
Ciencia, deporte, poesía, amistad y locura; diversidad en el pensamiento científico y social; ambiente laico lleno de energía, amor y cultura; canto, alegría y congruencia espiritual. UNAM al bienestar del país contribuyes y también al bienestar de la humanidad. Eres agua, tierra, fuego, viento, vida, conocimiento y fraternidad.
Con ética y sentido social, eres en América Latina la mayor riqueza intelectual. Águila, cóndor, roca y suavidad, estudio y huelga, fuerza y dignidad. Gracias por todo lo que de ti, recibí. Recuerdo con cariño a mis amigos, amigas, laboratorios, cafetería, biblioteca, sala de estudios, canchas, camino verde, las islas y todo lo que en ti, viví.
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