Autor David Gómez Salas
Se llamaba Eva, tenía un rostro bellísimo. Ojos grandes y hermosos color negro, nariz pequeña y respingada, boca chica perfecta, tierna sonrisa, mirada serena, la piel de su cara era limpia y tersa, era delgada, morena clara y su voz era muy dulce…la veía más bella que la Virgen María. Ella tenía como 20 años de edad, pero se veía como de 16.
A pesar de ser ella tan joven, sabía más que yo sobre la vida, era maestra. No le dije que la amaba, me dio pena... yo tenía 5 años en preescolar.
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