jueves, 13 de junio de 2013
Al morir el cuerpo, todo acaba
AL MORIR EL CUERPO, TODO ACABA
Autor David Gómez Salas (El Jaguar)
Al morir el cuerpo, todo acaba.
No hay infierno, ni cielo.
Ni castigo, ni premio.
Ni vida eterna, no hay nada.
¿Vivir eternamente?
Con tanto tiempo ¿Qué haría?
¿Estudiar perpetuamente?
¿Y en que lo aplicaría?
Las almas no se enferman,
no comen, no toman y no respiran.
No sienten calor, ni frío.
No discuten, ni transpiran.
No tienen sexo, ni edades.
No se cansan, ni descansan.
No duermen, ni despiertan.
No sienten sueño, ni esperanza.
Llamar a eso vida eterna
es la mayor incongruencia.
Por eso opino en forma abierta,
que el alma sin cuerpo: está muerta.
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APLAUSOS, APLAUSOS, APLAUSOS, mi amigo! Muy bueno, un razonamiento filosófico al que ni Socrates se animó. Un abrazo
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