Corro muy rápido
© David Gómez Salas
Tenía diez años de edad y una tarde que caminaba tranquilamente, topé con tres rivales que me dieron una paliza. Reuní a mis amigos para vengarme, a dos vagos como yo, de raza mestiza.
Con mis hermanos de la calle, arrojados y muy leales, les dimos gran zarandeada, hasta que huyeron y se refugiaron en una vivienda encalada. Como no salían a pelear apedreamos la fachada. Le rompimos todos los focos, la vivienda quedó oscura y aporreada.
Después huimos. Nunca paré de correr. Fui a la estación del ferrocarril, alrededor del pueblo y regresé a mi cuchitril. Ubicado a una cuadra de la casa que habíamos apedreado.
Pensé que todo ya había pasado, pero no. Los problemas empezaron, arribó la policía en ese momento, salieron los vecinos y me señalaron.
Esto ha sucedido varias veces en mi vida. Corro muy rápido y termino muy cerca de donde empiezo. En círculos suicidas.
Dedicada a mi linda Tapachula Chiapas
Autor David Gómez Salas